El Amor de Dios - Juan 15:13
El amor de Dios por nosotros, por Su enemistada creación, está representado gráficamente en el sacrificio que Él hizo por nosotros. "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos" (Juan 15:13).
Jesucristo es el único y eterno Hijo de Dios.1 Es el Alfa y el Omega,2 el Gran YO SOY,3 el "Dios Todopoderoso"4 por el cual fueron creadas todas las cosas5 y en él todas las cosas subsisten.6 Jesús, quien es la cabeza de todas las cosas,7 se humilló a sí mismo de tal manera, que la mente humana ni siquiera puede soportar el pensar en ello. El vino a este mundo maldito por el pecado y compartió activamente nuestros sufrimientos. Tal como somos hechos de carne y sangre, así participó Él de lo mismo.8 Fue hecho carne y habitó entre nosotros.9 Compartió los sufrimientos que acarreamos sobre nosotros mismos al rechazar Sus santos preceptos.10 Y como si eso no fuera suficiente para convencernos de Su amor y preocupación por nosotros, Jesús, el Dios inmortal y Dador de la Vida, se dio a sí mismo en la cruz ¡en el mayor acto de amor que el mundo ha conocido jamás! Al hacer esto nos libró de nuestros pecados, eficazmente clavándolos consigo mismo en la cruz. De esta manera, Él, que no conoció pecado, se hizo pecado por nosotros11 y Él, quien dio vida a todos, gustó la muerte por aquellos condenados a morir.12
El Amor de Dios - Porque de tal manera amó Dios al Mundo
¡Dios es amor! "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él (Juan 3:16-17). Jesucristo amó tanto al mundo que se dio a Sí mismo por él, desde Sus derechos y privilegios como Hijo único y eterno de Dios, ¡hasta Su propia vida! Si usted desea ver el amor de Dios, mire la cruz. "En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: En que Dios envió a Su Hijo unigénito, para que vivamos por Él. En esto consiste el amor: No en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación por nuestros pecados" (1a de Juan 4:9-10). "Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23).
El Amor de Dios - ¡Es para Usted!
El amor de Dios nos ha sido revelado y ahora Él está a la puerta y llama.13 Depende de cada individuo el buscar una relación personal con Dios, o el rechazarlo rotundamente. La única barrera entre nosotros y el amor de Dios es nuestro libre albedrío y Jesucristo es la puerta.14 "Jesús respondió: ´Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no por Mí´" (Juan 14:6). La salvación es un regalo gratis comprado y pagado con la sangre de Cristo. No hay otro camino. "…No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, ¡entonces por demás murió Cristo!" (Gálatas 2:21). Usted no puede ganarse el perdón de Dios a través de buenas obras. ¿Cómo podría el hacer las buenas obras, que usted debería haber hecho toda la vida, compensar las incontables veces que ha fallado? Dios no es tonto. Aunque "amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá delante de Mí…" (Jeremías 2:22).
Una vez un hombre cayó de rodillas delante de Cristo y le rogó: "Si quieres, puedes limpiarme." Cristo, "teniendo misericordia" respondió: "Quiero, sé limpio" (Marcos 1:40-41). Nosotros también podemos caer de rodillas y reconocer la única provisión de Dios para nuestros pecados. Nosotros también podemos oír: "Quiero, sé limpio." Cristo voluntariamente sufrió la justa indignación de Dios sobre sí mismo para que usted no tuviese que hacerlo; quienquiera que acepte Su muerte sobre la cruz como pago por sus pecados, se reconciliará con Dios a quien ha ofendido. "Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo…Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados…Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él" (2da de Corintios 5:18-19, 21). ¿Aceptaría usted hoy el amor de Dios?
El amor de Dios por nosotros, por Su enemistada creación, está representado gráficamente en el sacrificio que Él hizo por nosotros. "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos" (Juan 15:13).
Jesucristo es el único y eterno Hijo de Dios.1 Es el Alfa y el Omega,2 el Gran YO SOY,3 el "Dios Todopoderoso"4 por el cual fueron creadas todas las cosas5 y en él todas las cosas subsisten.6 Jesús, quien es la cabeza de todas las cosas,7 se humilló a sí mismo de tal manera, que la mente humana ni siquiera puede soportar el pensar en ello. El vino a este mundo maldito por el pecado y compartió activamente nuestros sufrimientos. Tal como somos hechos de carne y sangre, así participó Él de lo mismo.8 Fue hecho carne y habitó entre nosotros.9 Compartió los sufrimientos que acarreamos sobre nosotros mismos al rechazar Sus santos preceptos.10 Y como si eso no fuera suficiente para convencernos de Su amor y preocupación por nosotros, Jesús, el Dios inmortal y Dador de la Vida, se dio a sí mismo en la cruz ¡en el mayor acto de amor que el mundo ha conocido jamás! Al hacer esto nos libró de nuestros pecados, eficazmente clavándolos consigo mismo en la cruz. De esta manera, Él, que no conoció pecado, se hizo pecado por nosotros11 y Él, quien dio vida a todos, gustó la muerte por aquellos condenados a morir.12
El Amor de Dios - Porque de tal manera amó Dios al Mundo
¡Dios es amor! "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él (Juan 3:16-17). Jesucristo amó tanto al mundo que se dio a Sí mismo por él, desde Sus derechos y privilegios como Hijo único y eterno de Dios, ¡hasta Su propia vida! Si usted desea ver el amor de Dios, mire la cruz. "En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: En que Dios envió a Su Hijo unigénito, para que vivamos por Él. En esto consiste el amor: No en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación por nuestros pecados" (1a de Juan 4:9-10). "Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23).
El Amor de Dios - ¡Es para Usted!
El amor de Dios nos ha sido revelado y ahora Él está a la puerta y llama.13 Depende de cada individuo el buscar una relación personal con Dios, o el rechazarlo rotundamente. La única barrera entre nosotros y el amor de Dios es nuestro libre albedrío y Jesucristo es la puerta.14 "Jesús respondió: ´Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no por Mí´" (Juan 14:6). La salvación es un regalo gratis comprado y pagado con la sangre de Cristo. No hay otro camino. "…No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, ¡entonces por demás murió Cristo!" (Gálatas 2:21). Usted no puede ganarse el perdón de Dios a través de buenas obras. ¿Cómo podría el hacer las buenas obras, que usted debería haber hecho toda la vida, compensar las incontables veces que ha fallado? Dios no es tonto. Aunque "amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá delante de Mí…" (Jeremías 2:22).
Una vez un hombre cayó de rodillas delante de Cristo y le rogó: "Si quieres, puedes limpiarme." Cristo, "teniendo misericordia" respondió: "Quiero, sé limpio" (Marcos 1:40-41). Nosotros también podemos caer de rodillas y reconocer la única provisión de Dios para nuestros pecados. Nosotros también podemos oír: "Quiero, sé limpio." Cristo voluntariamente sufrió la justa indignación de Dios sobre sí mismo para que usted no tuviese que hacerlo; quienquiera que acepte Su muerte sobre la cruz como pago por sus pecados, se reconciliará con Dios a quien ha ofendido. "Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo…Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados…Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él" (2da de Corintios 5:18-19, 21). ¿Aceptaría usted hoy el amor de Dios?
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